Hoy estoy más que deprimido. Estoy que muero, y no quiero levantarme.
Ahi está mi meñique, dando tirones y tirones para que me levante. ¡Pero no! Me niego a hacerlo. Vamos, ¿Qué yo no tengo desición? ¡Claro que la tengo! Y me quedaré aqui, en la cama, viendo los noticieros hasta que sea tarde y vuelva a amanecer.
Ahi está mi meñique, después de una hora, tirando. Ora par un lado, ora para el otro. Y tira y tira. Tengo desición, tengo fuerza de voluntad... Tengo desición.... Tengo ganas de comer...
Bien, me levantaré y volveré a la cama. ¡Entendiste meñique! Sin paradas en ningun lado. Sólo ir a la cocina comer y volver. Dos sencillas cosas que no tienen ninguna complicación.
He comido y volví sin percances. Empiezo a tener control sobre mi meñique. ¡Que bien! Y pensar que dije que sería miserable. He sido un tonto, más bien un incrédulo. No creía en la fuerza de voluntad, en la seguridad y esas cosas. Incluso tomo el remoto con desición. Cambio-Volumen. Si, lo siento.
Hoy, le gané una batalla a mi meñique... Un momento ¡¿A donde vamos?!..
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