No. 7

La Corbata del Meñique en su nueva faceta cobra vida y hace gala de su presencia para mostrarse en situaciones insoportables, molestas e irreprimibles que son cotidianas y siempre incómodas.

Bienvenidos sean todos a la Corbata del Meñique...

14 de febrero

Mi mujer, sentada en su silla mecedora, desenredando la eternidad de una madeja de estambre que se une al tejido de un sweater que al parecer no tiene fin, olvidó que me amaba. Sí, una tarde salí de casa y al regresar descubrí que, al intentar acercarme a ella, su mirada se notaba con recelo y desconfianza. No paraba de tejer, incluso le compré más estambre en muestra de generosidad, esperando que con esto recordara mi amor por ella, pero al acercarle el estambre con gesto amable y cordial, bajaba la mirada y continuaba tejiendo infinitamente sin ningún cambio. Recordaba a todas las personas, los vecinos, nuestros hijos llamaban y los recordaba a la perfección (aparte de comentarles de que un extraño la visitaba y que le daba desconfianza su presencia).
 Por un tiempo mi habitación cambió de posición y tuve que mantenerme discreto durmiendo en el estudio haciéndole creer que era un visitante amigo de su madre. Una mañana, después de 3 semanas de mantenerme en situación de visitante, de pronto recuperó la memoria. Acudimos a terapia matrimonial y el terapeuta en silencio nos dijo: “amnesia amorosa”. No hubo más palabras, nos sacó una fotografía instantánea en el diván y nos la obsequió. –Regrese pronto me dijo en secreto. Volvimos a casa con la certeza de que esto había sido un pequeño altercado que no se volvería a presentar, mira que olvidarse de tu esposo. Sin embargo la suerte no viene en pastillas de menta y por alguna razón volvió a la mañana siguiente. De nuevo tomé mis maletas y volví al estudio,
donde ahora pertenecía.
 Acudí al psicólogo después de una semana de que mi mujer me volviera a olvidar. El psiquiatra fue directo y me preguntó ¿Qué pasa con ella? A lo que respondí con un gran suspiro: Yo, cuando estoy harto de mirarla “me cuesta reconocerla”