No. 7

La Corbata del Meñique en su nueva faceta cobra vida y hace gala de su presencia para mostrarse en situaciones insoportables, molestas e irreprimibles que son cotidianas y siempre incómodas.

Bienvenidos sean todos a la Corbata del Meñique...

22 de mayo de 2011

Mi meñique

Mi meñique apuesta. Y ya ha hecho una fortuna, tanta, que me ha prestado dinero; con intereses y a plazos. Pienso que se ha juntado con comerciantes judíos para lograr tales negocios. Con los frutos que este nuevo pasatiempo suyo le ha dado se compró un Porsche.

Al principio me emocioné, la adrenalina de manejarlo corría por mi cuerpo, senti que mi estatus social cambiaría de rumbo, "una nueva vida me espera". Me emocioné de verdad. Pero no. Al contrario, mi meñique no dejaba de señalar a donde dirigirme, me convertí en un chofer y sin paga alguna. Que estatus, que desperdicio, que desilución.


Todo lo que brilla si es oro, pero no todos lo vemos brillar...

Efesio, el gato que habla poco (de todo) y dice mucho (de todo).

Cuentos del Infinito

3 de mayo de 2011

Mi meñique

Mi meñique se puso una corbata. Creo que siente que ha crecido y decidió portar personalidad. Ha vilipendiado mi autoridad corporal para manipularla y así cuestionar cada una de mis decisiones. 

Debo confesar que me siento temeroso de indicarle hacia qué lado dirigirnos. Mi meñique tan coqueto con su corbata, bien alzado, parece un dandy de las extremidades de la mano; un señor de protuberante elegancia que anda por ahí pavoneándose. 

De vuelta a casa, se quitó su sombrero (sentí que la calma volvió), regresó a su sencillez de dedo meñique que le caracteriza y sin atisbos de grandeza. Un simple dedo meñique 

(Por cierto, creo que quiere comprarse un sombrero).

Aprendí esto:
Las apariencias no son engañosas, son para engañar.

Efesio, el gato que habla poco (de todo) y dice mucho (de todo).

Cuentos del infinito