No. 7

La Corbata del Meñique en su nueva faceta cobra vida y hace gala de su presencia para mostrarse en situaciones insoportables, molestas e irreprimibles que son cotidianas y siempre incómodas.

Bienvenidos sean todos a la Corbata del Meñique...

Vicios

Todo el mundo odia tener la reputación de “vicioso” , y que gran hazaña es querer que nos vean de otra forma. Aceptamos la condición de haber sido corrompidos y haremos hasta lo imposible para “renacer”.

Hemos aceptado ya nuestro vicio y con vacilaciones nos mantenemos a raya de ellos, pero la tentación es vil y desgraciada y es por esto que tendremos excusas ilimitadas para volver. A nuestros alrededores están nuestros amigos que disfrutan del vicio que más nos agrada y los envidiamos porque se regocijan en el placer del que nosotros renunciamos. También están aquellos vicios que tienen consecuencias desastrosas, pero que poco nos importan aunque estemos totalmente conscientes de ello. -Más vale que no me falte, para que no me sobren caprichos.

La renuncia al vicio nunca existe, pertenecemos a nuestras conductas viciosas y aceptamos los sacrificios; que siendo ridículos o no, nos llevan a ese estado de éxtasis que llamamos Vicio.